Janet Parker era una fotógrafa en un laboratorio de investigación en la Universidad de Birmingham (Inglaterra). Aunque nunca ganó ningún premio por logros científicos, su nombre tiene un lugar único en la historia de la medicina: el 11 de septiembre de 1978, esta mujer de 40 años se convirtió en la última persona en morir de viruela. Fue la última víctima de una enfermedad con miles de años de antigedad y casi incomprensiblemente mortal. Un año después de la muerte de Parker, una comisión internacional seleccionada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que el virus había sido erradicado de la Tierra.
Fuente: Eltiempo.com
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