Las primeras excavaciones formales se iniciaron en 1978 y se prolongaron seis años, rescatando 1.087 figuras. Los trabajos se detuvieron por dificultades técnicas. Rescatar las piezas de barro elaboradas más de 2.000 años atrás resultó ser una tarea más compleja de lo esperado. Los expertos llevan años recomponiendo las figuras que sucumbieron al saqueo de los vándalos tras la muerte del emperador. El suyo había sido un reino erigido a sangre y fuego. Sin el apoyo del pueblo y con un heredero menos apto para el mando que su padre, su hijo fue derrocado e instaurada la dinastía Han. Las revueltas dejaron su huella en los soldados de terracota. Los saboteadores destrozaron gran parte de las estatuas modeladas a lo largo de 38 años y se llevaron las armas que portaban. Más de dos siglos después, los arqueólogos no han conseguido recomponer el puzle en que quedaron convertidas muchas de ellas.
Fuente: XL Semanal
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