El relato empieza con el autor contándonos su nacimiento en 1978, en Višegrad, en un lluvioso día de marzo. Nos habla del entorno donde se crio, con una madre que estudiaba y un padre que trabajaba. Y con una abuela, Kristina, que le puso el nombre y le cuidaba durante gran parte de la semana junto con su abuelo Pero, «comunista de corazón y de carné». Una abuela de quien afirma que «vivió las guerras en casa. La Segunda Guerra Mundial en Staniševac, el pueblo de su infancia, la guerra de Bosnia, en Višegrad». Así, a partir de fragmentos, el autor nos habla de su juventud, a pinceladas, a través de anécdotas, afirmando con nostalgia que «el país donde nací ya no existe» en una Yugoslavia desaparecida.
Fuente: Un libro al día